Volvió este año con el Magallanes, pero al encontrarse fuera de forma no pudo responder con el madero y fue enviado a la liga paralela, situación nada sencilla para un hombre que militó ocho años en las Grandes Ligas.
Sin embargo, el varguense no se deprime y espera otra oportunidad. “Sigo con mi mente positiva. Si permito que el ánimo baje por el hecho de estar en la liga paralela, me haría un daño”, comenta Rivas.
“Estoy aquí fajándome con los muchachos, esperando una oportunidad para subir. Apenas tengo 31 años y me quedan varios años dentro del beisbol”.

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