Flores llegó al partido de anoche con un promedio de .370, con .543 de slugging y .408 de porcentaje de embasado. Nada mal para un hombre que parecía condenado a regresar a la acción el año entrante. “Estoy impresionado conmigo mismo”, dice el carupanero. “Pasé por muchas frustraciones en ese año y medio en el que no pude jugar y afortunadamente las cosas me están saliendo bien, aunque ha sido una semana difícil para nosotros. Pero vamos a salir de esto, la armonía está en el clubhouse y tenemos un equipo bastante competitivo”.
“Trabajé mucho para regresar”, mencionó el careta. “Tuve una buena liga instruccional y quise venirme de inmediato para acá de manera de no perder el ritmo. La organización no me puso limitaciones. La lesión fue fuerte, pero quería venir a jugar con Magallanes porque no he tenido el rendimiento esperado con el equipo. Este es un buen momento”. Flores admite que siente un poco de fatiga en el hombro. Ese es el único vestigio de la fractura sufrida, la cual requirió cirugía. “Eso es normal”, precisó Flores. “Los médicos me dijeron que en el hombro hay músculos grandes, pero débiles. He estado haciendo ejercicios para fortalecer la parte de arriba del cuerpo”.

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