
Gregorio Petit debe abandonar su acostumbrado puesto del campocorto, para
estacionarse en la antesala.
“Me siento aburrido, no es la misma adrenalina que jugar en el campocoroto, pero no me lo tomo nada personal, es un trabajo que me han encomendado que asumo con responsabilidad y orgullo” dijo Gregorio Petit.
Le pedimos que elaborara un poco su respuesta, tomando en cuenta que se ha visto bien en su nueva posición.
“Es como cuando te pones un zapato izquierdo en el pie derecho, o cuando uno duerme en una cama de un hotel que puede ser cómodo, pero es distinto, nunca te sientes igual, no te sientes natural” elaboró Petit.
El versátil pelotero explicó un poco las diferencias que significan jugar en la antesala que en el campocorto.
“Los batazos, a los que no le puedes dar la misma lectura, es distinto, es una posición más de reflejos que otra cosa, tienes que estar preparado para tomar esas líneas” continuó el pelotero. Cuando en principio llegó Asdrúbal Cabrera existía la posibilidad que jugara la segunda, pero prefiere la antesala.
“Yo he jugado ambas posiciones con Oakland hasta este año que estuve sólo en el campocorto, pero tenía tiempo que no jugaba y me tocó un parque que no conocía y condiciones poco favorables” continuó Gregorio.
Se refiere al duelo en Puerto la Cruz del pasado fin de semana, doble jornada tanto sábado como domingo.
“No te voy a decir que no tenía algo de miedo, un terreno nuevo, de grama
artificial, además estaba lloviendo, realmente no sabía como iban a picar los distintos batazos” continuó Petit. Se dice comúnmente que el que juega en el campocorto, juega en todas las posiciones, algo que comparte Gregorio.
“No es lo mismo que te muevan de segunda para el short que del short para
segunda, por eso prefiero la antesala antes que ser camarero, me gusta más ese juego de reacción y de ángulos del batazo, que la posición que debo adaptar para la doble matanza en la segunda base” dijo Petit.
En definitiva, su preferencia es la de la antesala, aunque entiende que este es su trabajo y debe hacer lo suyo.
“Obviamente es una adaptación distinta, las señas y el ángulo de los batazos y la preparación que debes tener para hacerlo bien, pero en definitivo uno se acostumbra” finalizó Gregorio Petit.
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